HUMOR

Un hombre muy avaricioso fue a una iglesia y le pidió a Dios:
- Por favor, Dios mío, faltan tres meses para casarme y no tengo dinero, haz que me toque la lotería.
Así pasó el tiempo y cuando faltaban dos meses para su boda vuelve el hombre a la iglesia y le pide a Dios:
- Por favor, Dios mío, sólo me quedan dos meses para casarme, haz que me toque la lotería.
Pasó un mes más y el hombre de vuelta a la iglesia le dice a Dios:
- Por favor, Dios mío, ya sólo queda un mes para casarme, haz que me toque la lotería..

En eso, desde la cúpula de la iglesia baja una luz brillante, se siente un aroma a incienso y mirra, y con la profunda sonoridad de un trueno se escucha la voz de Dios que sentencia:


-¡PRIMERO COMPRA EL DÉCIMO!

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